
Susana Torres nació en Zaragoza, pero actualmente reside en Badalona (Barcelona). Es licenciada en psicología. Le encanta leer, pero también el cine, la música rock y los cómics. Todo ello le influye en su escritura, ya que como buena amante del género fantástico le gusta bucear en las debilidades humanas y en el lado oscuro y alternativo del individuo.
Hasta ahora ha publicado una novela, gran cantidad de relatos y un poemario. Además, colabora regularmente en la web Equilibria.es como redactora de artículos sobre distopías y ciencia ficción.
¿Cómo empezó tu gusto por la literatura?
Soy una persona muy curiosa y desde que aprendí a juntar letras tuve la necesidad de beberme todo lo escrito. Me leo hasta la etiqueta del champú.
Recuerdo con mucho cariño la ilusión que me hacía ir a comprar el cómic semanal de los domingos con mi padre.
Después, una cosa llevó a otra y elegí literatura en bachillerato. Y los clásicos, si te los explican bien y tienes buenos profesores como fue mi caso, te hacen amar la literatura.
¿Cuándo empezaste a escribir y qué te motivó a ello?
Desde muy pequeña he imaginado historias. A veces, incluso, mis amigas me pedían que les narrara alguna.
A escribir, como tal, empecé en la adolescencia. Comencé con poemas y algún relato corto. Sentía, como muchos adolescentes, que mi vida era trágica y que yo era diferente. Gané algún concurso escolar y ahí quedó la cosa. Durante muchos años los relatos se quedaban para mí y mi cajón y poco más.
Tras la pandemia, sin embargo, entendí que la vergüenza es un lastre y me animé a enviar algún relato a convocatorias.
Y la rueda empezó a girar.
¿Cuáles son tus géneros y autores favoritos?
Como lectora me gusta ir cambiando; todos los estilos aportan cosas. Siempre he intentado alternar el género fantástico con otros géneros. Entre los clásicos me encanta, por ejemplo, Dostoievski. Su novela Crimen y Castigo me parece una obra maestra.
Dentro de la novela fantástica he tenido muchas épocas y he leído de todo. Me gusta tanto la fantasía clásica como la ciencia ficción especulativa o el terror. Por supuesto mis tótems son Tolkien, Ursula K.Le Guin, Asimov, Scott Card, Jordan, Pratchett, Gaiman, o Lovecraft, pero también otros más actuales como Sanderson, Abercrombie o Mariana Enríquez.
De los actuales, si tengo que elegir, me quedo con Abercrombie y el Grimdark o con el terror lovecraftiano de Emilio Bueso.
Como escritora también me gusta variar. Me gusta mezclar géneros. Sobre todo, juego con la ciencia ficción especulativa, el realismo mágico y el terror.
¿Qué autores son referentes para ti a la hora de escribir y qué tomas de ellos?
Como te decía, a la hora de escribir me gusta sobre todo el terror extraño y la ciencia ficción especulativa, pero soy como un vampiro, cojo ideas de todos lados.
De Abercrombie me quedo con la doble moral de los personajes. Con sus motivos para hacer lo que hacen. Me encanta que no haya héroes como tal. Las personas somos grises, así que los personajes también deben serlo.
De Lovecraft, como Poe o Gaiman: su habilidad para crear atmósferas opresivas y describir la locura sin salir de una habitación.
De Prachett su sentido del humor.
De Ursula k. Le Guin su capacidad para empatizar con el diferente y de filosofar sobre temas importantes.
De Scott Card, la facilidad para jugar con el lector. Scott te lleva allí donde quiere. Te hace cambiar de opinión una, dos o las veces que hagan falta.
De Tolkien y de Sanderson… ¿Hace falta que lo diga? Su capacidad para crear mundos increíbles.
Y eso solo son los de fantasía.
Entre los clásicos me fijo en muchos otros. Cervantes, Baroja, Lorca, Dostoievski. La lista es infinita. Te recuerdo que me leo hasta la etiqueta del champú.
En tu bibliografía consta una novela corta con el sugerente título de “Sinforma”, publicada en 2024. Háblanos de ella.
Sinforma es una novela corta de ciencia ficción distópica o especulativa. La historia se desarrolla en un posible futuro en el que las inteligencias artificiales gobiernan nuestras ciudades y toman todas las decisiones sobre nuestras vidas. Los sinforma son los humanoides que todavía no han sido programados y están a la espera de destino.
Con mi historia trato de reflexionar sobre la libertad, la búsqueda de la identidad, las presiones familiares, los amores tóxicos… Y sobre que, quizá, las inteligencias artificiales solo son un reflejo nuestro.
Además de esta novela, tienes publicados más de quince relatos en diversas revistas, podcast, antologías y otras publicaciones. ¿Todos se encuadran dentro del género fantástico y de terror?
Sí. Hasta un poema que hay por ahí publicado es de fantasía oscura. Necesito las metáforas fantásticas para hablar de las cosas serias. En mi opinión la realidad es demasiado cruda para entrar sin un disfraz. La ficción especulativa sirve para eso, para coger distancia.
Y el terror… el terror me encanta. Es muy terapéutico.
Tu gran variedad de relatos, ¿son todos independientes entre ellos o tienen algún nexo común que los una, de forma más o menos sólida?
No hay un nexo común como tal, pero sí que creo que con el tiempo he ido definiendo un estilo propio. Siempre intento que mis personajes no sean planos, que no sean lo que el lector espera y que el final sorprenda de alguna manera.
También tienes publicado un poemario. Háblanos de tu faceta poética.
La poesía es el género con el que empecé a escribir y es muy importante para mí. La poesía es puro sentimiento. Soy de la opinión que, si no sale de las tripas, del sufrimiento o de la obsesión, aburre. En mi caso, escribo desde dos situaciones: el dolor o la pasión. La considero una forma de comunicar muy íntima, pero a la vez que te desnuda, te deja expuesta. Por eso, no suelo compartir mis poemas. Ese poemario que nombras es una excepción.
Colaboras regularmente en la web Equilibria.es. Háblanos de este proyecto y de tu aportación al mismo.
Equilibria es una web que nació el año pasado de la mano de la increíble Gemma N. Escarp. Ella creó esa web para dar a conocer su obra y para hablar de los géneros especulativos. Después nos enroló en su barco (gracias por hacerlo) para colaborar.
Yo, oficialmente, participo como redactora de contenidos de ciencia ficción, aunque como la línea entre géneros es fina, al final hablo de muchas otras cosas. En mi último artículo, por ejemplo, hablo del horror cósmico y Lovecraft.
¿Alguna anécdota curiosa sobre tus libros o su proceso de creación?
Más o menos tengo las mismas manías que la mayoría. Me gusta el silencio o la música (siempre que no sea reguetón) y no soporto que me hablen mientras escribo. La idea inicial la escribo donde sea, libreta, móvil o portátil, pero corregir, que es un trabajo mucho más preciso, tengo que hacerlo en el portátil.
El proceso de creación es diferente si hablamos de relatos o de novela.
En los relatos escribes, sin más. Aunque después corrijas, te dejas llevar, son pura diversión. Es como si los personajes te hablaran desde el folio y te explicaran una historia.
La novela necesita mucha más planificación y trabajo previo. Hay que estructurar bien, hacer fichas de personajes, documentarse… Es un trabajo mucho más exhaustivo. Por otro lado, la novela también te permite un mayor desarrollo de los personajes (motivaciones, historia previa) y eso es muy interesante.
Háblanos de tu proyecto en desarrollo actual.
Actualmente tengo dos proyectos en diferentes fases.
El primero es una novela de terror extraño o sobrenatural que estoy moviendo por ahí (buscando casa).
El segundo proyecto lo estoy escribiendo todavía. Todavía está en fase de primer borrador.
Paralelamente sigo participando en muchas convocatorias de relatos, todas las que puedo, y colaboro con la web de Equilibria, que ahora también es una revista.
¿Qué opinas de la polémica sobre el uso de IAs generativas para las portadas de los libros?
Estoy bastante en contra. Entiendo su uso en la auto publicación, pero también entiendo los motivos de los ilustradores.
Dejando de lado la ruina de los dibujantes, si eso es posible, los dibujos hechos con IA son bastante feos. Y el problema como lectores es que, si nos acostumbramos a la fealdad, las editoriales grandes creerán que es correcto darnos dibujos mal hechos. Y ya no habrá marcha atrás, todo será IA.
En la medida de lo posible, todos deberíamos evitarlas.
¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre aparte de escribir?
Muchísimas cosas. Soy una persona muy inquieta. Pero nada extraordinario, lo raro lo vuelco en mis relatos. En la vida real, aunque mis amigos me llamen freaky, soy bastante normal.
Ahora, no me lleves de compras que me matas.
Me gusta leer, bailar (hago clases de danza oriental y tribal), escuchar música (si es rock mejor), ir a conciertos, pasear por el campo o por la ciudad, ver películas (mejor en el cine) y series, patinar, salir con amigos a cenar y, por supuesto, estar con mi familia.
¿Quieres añadir algo más?
Solo quiero daros las gracias por la oportunidad. El mundillo de la escritura, malentendido, puede ser muy competitivo a veces. Me encanta cuando encuentro compañeros como vosotros que tienen ganas de compartir. La conexión que se crea es muy bonita. La colaboración es beneficiosa para todos.
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