Cujo es una novela de terror escrita en 1981 por el ínclito Stephen King y contiene gran parte de los elementos propios de la obra del maestro del terror. Sin embargo, tras leerlo (literalmente, devorarlo), me ha parecido que tiene una personalidad muy propia y que usa sus cartas de manera especialmente hábil.
Algo muy común en las novelas de King es, obviamente, el elemento generador del terror. Em este caso, es un perro, cuyo nombre da título a la novela. Es un enorme San Bernardo muy dócil, cariñoso y obediente, leal a su familia y juguetón con los niños, que en un momento dado contrae la rabia. Un perro con rabia. Éste es el simplísimo elemento terrorífico de la novela. ¿Parece sencillo, verdad? Y, en efecto, lo es. En un primer momento, pensé que habría algo más en el perro aparte de la enfermedad que lo vuelve agresivo (el bueno de King ya busca que lo hagas mediante la relación instintiva entre los miedos del niño protagonista, Tad, y la presencia maligna de su armario. Pero no, es simplemente un perro con la rabia. Sin embargo, King construye las cadenas de sucesos de tal manera que ha conseguido que sienta auténtico pavor y ansiedad (y sí, miedo) en los puntos clave de la trama del perro. No quiero hacer spoilers, así que lo dejo aquí. De lo más terrorífico que ha escrito Stephen, sin necesidad de soltarnos monstruos, seres ancestrales, elementos sobrenaturales o criaturas maligna.
Otro elemento habitual en las novelas del escritor estadounidense es un elenco de personajes distintos, muy bien caracterizados, que exponen diversas problemáticas sociales: pobreza, violencia doméstica, traumas, infidelidades, frustraciones, alcoholismo, etc. En esta obra, que no es especialmente extensa (ronda las 400 páginas), contiene unos diálogos y soliloquios excelentes, mediante los cuales King condensa a la perfección el pasado, presente y expectativas de futuro de cada personaje, así como sus miedos, complejos y paranoias. Además, las diversas tramas y subtramas que se exponen se suceden de forma muy dinámica, sin siquiera dividir el libro en capítulos, pero con una maestría que consigue tenerte enganchado a cada fragmento, sin que el ritmo de la novela decaiga en ningún momento. Todas las tramas acaban confluyendo en la central: la agresividad de Cujo y sus asaltos y, sobre todo, su terrorífico y angustiante acecho a Donna y Tad.
En definitiva, Cujo es una excelsa novela de terror psicológico, con todos los elementos propios de Stephen King, pero con una ejecución extraordinariamente efectiva de los mismos. Una obra maestra del terror que ocupa sin duda un lugar destacado en la extensa obra de King.
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