
Manuel Gris (1982, Barcelona) escribe desde que tiene uso de razón, y sus historias tienen claras influencias de Bukowski, Palahniuk, Houllebecq, Clevenger, Easton Ellis o Coupland.
Ha publicado, hasta la fecha (abril de 2025), once novelas, donde da rienda suelta a sus inquietudes, anhelos o sueños pero nunca, jamás, con miedo al qué dirán. Su última novela, "El último Allahu Akbar", ha desatado pasiones y polémicas a partes iguales.
Amante de la libertad y enemigo de todo tipo de censura.
¿Cómo empezó tu gusto por la literatura?
Mi casa estuvo siempre llena de libros debido a que mi madre lee muuuucho, así que me entró curiosidad y comencé a leer. Primero lo hice con mis propios libros, como la saga de Pesadillas, hasta que me atreví con uno de los que había en las estanterías: La Conjura de los Necios. A partir de ahí quedé enamorado.
¿Cuándo empezaste a escribir y qué te motivó a ello?
Me acuerdo muy bien de dónde y cómo fue: en mi cámping, en verano, con una máquina de escribir eléctrica y escribiendo una muy mala versión alternativa de Los Goonies, llamada Los Warriors (sin saber que existía la película...). La motivación fue que dibujar y contar tonterías se me quedó corto, y decidí plasmarlo en papel para que fuera “eterno”.
¿Cuáles son tus géneros y autores favoritos?
No me gustan mucho las etiquetas y los géneros literarios porque me parecen jaulas de donde mucha gente es incapaz de salir. Muchos las utilizan sólo para poder describir sus historias, pero suelen hacerlo sin respeto a su propia libertad. Dicho esto, a mi me han puesto la etiqueta de Crítica Social o Realismo Sucio (signifique lo que signifique eso).
Y autores, diría nombres como Chuck Palahniuk, Charles Bukowski, Craig Clevenger, Bret Easton Ellis o Amy Hempel.
¿Qué autores son referentes para ti a la hora de escribir y qué tomas de ellos?
Sobre todo Palahniuk, Spanbauer, Pynchon o DeLillo, porque suelen pasarse por el forro de los cojones lo que opinen de ellos y las reglas establecidas, centrando sus letras en historias originales inclasificables.
En mi caso, sólo he leído uno de tus libros, “El Último Allahu Akbar”. Algo que llama la atención es el fuerte contraste entre una prosa elegante y cuidada y un tono muy gamberro, visceral y descarnado. ¿Siempre has escrito así o adoptaste este estilo en tu último libro?
Escribo como me sale de dentro, tratando de escribir historias que me encantaría leer y muy alejadas de los típicos personajes y tramas. Me aburre la gran mayoría de la literatura nacional y sus autores y libreros y editoriales que sólo buscan los likes de Instagram a la hora de siquiera dar un paso en cualquier dirección.
Tu bibliografía es extensa y variada. Es evidente que con tu última novela has conseguido un puñado de nuevos lectores (entre los que me cuento). ¿Qué otros de tus libros recomendarías para continuar indagando en tu obra?
El libro que me empezó a dar un nombre (y varios haters descerebrados y sin argumentos) fue VIEJO, que he reeditado por mi cuenta cambiando el prólogo (pues Mar Goizueta se arrepintió de escribirlo cuando descubrió que yo era “fascista”) y añadiendo escenas censuradas por Apache Libros, tras exigirle que me los devolviera después de sus puñaladas por la espalda. La historia trata de un hombre alcohólico, racista, machista, homófobo y con un nihilismo brutal que comienza a descubrir los secretos de sus “buenos” vecinos después de encontrarse a su mujer muerta y molida a palos en su bañera.
Volviendo a tu última novela, “El Último Allahu Akbar”, trata un tema muy controvertido hoy en día, que es la inmigración de origen africano. En la novela no sólo dejas entrever tu visión personal sobre ese fenómeno, sino que además lo expresas con mucha dureza. ¿Has tenido algún problema de censura o similar por ello?
Por suerte las editoriales que me han publicado de un modo tradicional sólo en dos ocasiones me pidieron que quitara algún párrafo o descripción y les concedí ese deseo. Por lo demás jamás me he censurado a mí mismo ni he dejado que me taparan la boca en charlas, presentaciones o relatos, porque antes está mi libertad de expresión que las posibles lloreras o críticas e incluso insultos de quienes sólo llegan a esas prácticas por falta de argumentos o miedo a la libertad ajena.
Una de mis reglas más férreas tanto en la vida como en mis letras es JAMÁS autocensurarme, cueste lo que cueste y se queje quien se queje, y de momento me lo estoy pasando bomba.
El personaje que cataliza toda la historia, Bob, es muy peculiar. ¿En qué te inspiraste para crearlo y caracterizarlo?
En lo que me gustaría que fuera la sociedad actual y los gobiernos del mundo: personas sin miedo a dar un paso adelante y de verdad hacer algo por el bienestar no sólo de ellos, sino de los demás. Vivimos en un mundo demasiado cobarde como para señalar o decir en voz alta lo que piensa, ya no digamos de hacer algo contra la delincuencia o las injusticias, y eso se debe al miedo a ser etiquetado como un enemigo de lo políticamente establecido.
Bien, pues que les jodan a todos.
Una de las características de esta novela que más han impresionado a los lectores son los bruscos (pero muy efectivos) cambios en la historia. Creo que el argumento podría dividirse en tres partes (que no expondré para no desvelar las increíbles sorpresas que has reservado a los lectores). ¿Hubo otros libros o películas que te inspiraron esos cambios tan marcados o surgieron por sí mismos?
Soy alguien profundamente enamorado del cine, sobre todo de las películas que cualquiera con un poco de amor propio debería ver, como Willow, Cristal Oscuro, Memento, la saga de Regreso al Futuro, Seven, La Matanza de Texas de Tobe Hooper del 74, o Akira (las primeras que me han salido sin pensar). Y algo que caracteriza a ese cine son los guiones nacidos de unas ganas infinitas de crear algo nuevo, único y eterno. Actualmente el cine es una basura infumable que solo busca nuestro dinero y bajar el nivel intelectual de la gente hasta un mínimo insultante, por eso amo tanto al tipo que inventó el Torrent, porque me niego a gastar mi dinero en ponerle un plato en la mesa a retrasados mentales que se han construido una carrera cinematográfica a base de agacharse y hacerle un Weinstein al productor de turno.
¿Alguna anécdota curiosa sobre tus libros o su proceso de creación?
Podría contarte que como voy escribiendo con mi portátil en el tren de camino al trabajo o volviendo a casa muchas veces algún viajero ha tenido curiosidad de leerme mientras escribía, y en esas ocasiones simplemente me pongo a escribir cosas como Entonces el que está cotilleando esto recibió una paliza por gilipollas, para después mirarle directamente a los ojos. Todos, sin excepción, dejan de cotillear.
Háblanos de tu proyecto en desarrollo actual.
Pues estoy preparando la salida de PROCEDIMIENTO J-1, una novela que os recordará a películas como Dark City o El Experimento, o libros como Un Mundo Feliz y Diez Negritos. Estoy corrigiendo errores y preparando la portada con mi amigo Sergi Llauger, que es un crack tanto escribiendo como con el photoshop. Aparte de esto, tengo varias novelas empezadas y mi modo de trabajo es este: cuando una me llama mucho, dependiendo de mi estado emocional o de qué me apetezca escribir en ese momento, la hago entera y seguimos adelante.
¿Qué opinas de la polémica sobre el uso de IAs generativas para las portadas de los libros?
Pues más allá de lo enemigo que soy de darle alas a la IA (parece que no aprendemos de primados negativos como Terminator 2 o Tron), me parece que los ilustradores tradicionales deben comenzar a actualizarse porque los diseños hechos con programas de este tipo les van a comer la tostada. Ahora les ha tocado llorar a ellos después de años de no mover ni un dedo cuando eran otros quienes sufrían las consecuencias del progreso, y es tan humana esta manera de hacer las cosas (llorando solo cuando es su pan el que está en peligro) que disfruto viendo llorar a la gente en estos casos.
En resumen, con decirte que la portada de PROCEDIMIENTO J-1 va a ser creada mezclando diseños creados por IA en photoshop (buscad MICRODISTOPIAS en Instagram y veréis el trabajo de Sergi en este aspecto) creo que dejo clara mi postura.
¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre aparte de escribir?
Ir a festivales y conciertos, viajar con mi mujer, leer, ver (o padecer) cine, beber cervezas con amigos, hacer barbacoas. Soy una persona bastante sencilla en mi tiempo libre, y disfruto cada segundo ya sea haciendo algo o siendo un puto vago porque nunca sabes cuándo te va a caer una maceta en la cabeza y mandarte al Valhalla.
¿Quieres añadir algo más?
Que nos debemos unas cervezas y algún concierto juntos. La resaca ya cada uno nos la comemos en nuestra casa como podamos.
Añadir comentario
Comentarios