
Sandra Gómez Moreno nació en Madrid en 1984. Se acercó bastante tarde al mundo literario. Tomó el gusto por la lectura sobre el 2009 comenzando a leer novela histórica. Posteriormente, siguió con fantasía, ciencia ficción y ensayo. Aunque lo que en realidad le ha cambiado la vida ha sido conocer el thriller y sobre todo la novela negra. Desde el 2015 al 2018 reseñó en el blog de La Revolución de los Libros. A partir de ese año comenzó su andadura como escritora participando en diferentes concursos de relato corto de la Fundación Fuentetaja. En 2019 autopublicó su primer relato en Amazon titulado Aguja. Participa en varias antologías de terror: Misterios en el Estanque del grupo literario Team Pato; Esqueleto en el sótano de Esqueleto Negro; Vestido Rojo de Donbuk; Miedo en casa y Microterrores de Diversidad Literaria. Ha sido redactora en la web de Espiademonios en la que ha publicado relatos de terror. Ha colaborado con distintos medios a lo largo de los años y actualmente (abril 2025) coordina junto con Patricia H. Delgado una antología de terror prevista para Halloween de este 2025.
¿Cómo empezó tu gusto por la literatura?
¡Hola, Marc! Antes de contestar la primera pregunta, quiero darte las gracias por hacer un hueco a los autores independientes en tu espacio. Valoro mucho tu iniciativa.
En relación con tu respuesta, comencé tarde. De pequeña no me gustaba leer. Sólo leía los libros que me mandaban de forma obligatoria en el colegio. Tenía buena capacidad lectora y se me daba bien redactar, pero no había encontrado el momento o el libro adecuado. La cosa cambió cuando tuve unos 30 años. Mi hermano ha sido lector de toda la vida e iba a la biblioteca de nuestro barrio en Madrid. Tomó prestado La caída de los gigantes de Ken Follett. Mi madre y yo hicimos un reto para ver quién lo leía antes y me enganché a la lectura. Curiosamente con un género no muy fácil de leer, pero cuya trama me atrajo desde el primer momento. Desde entonces seguí leyendo novela histórica, pero también curioseé novela fantástica, la narrativa contemporánea, las distopías, el thriller y la novela negra. Gracias a esta última escribo lo que escribo, aunque suene raro al ser autora de terror.
¿Cuándo empezaste a escribir y qué te motivó a ello?
De forma inconsciente escribí alguna que otra cosa por el año 2015 más o menos, pero algo de poca importancia. La situación cambió en el año 2018 cuando vi la convocatoria de la Fundación Fuentetaja que pedía un relato sobre «la despoblación». Recuerdo que fue en el trabajo donde me inspiré para escribirlo. Tuvo muy buena acogida en el concurso por lo que me animó a continuar. Seguí participando en alguna más, hasta que al año siguiente me animé a autopublicar.
¿Cuáles son tus géneros y autores favoritos?
Igual sorprende bastante pero mi género favorito es la novela negra. Me gustan muchos más también, claro: terror: fantasía o las distopías, pero el primero es el más importante.
Tengo varios autores favoritos: Carlos Ruiz Zafón, Dolores Redondo, Eva García Sáenz de Urturi, María Oruña, Dianne Setterfield o Pierre Lemaitre.
¿Qué autores son referentes para ti a la hora de escribir y qué tomas de ellos?
Mis autores referentes son dos que he mencionado en tu pregunta anterior: Pierre Lemaitre y Dolores Redondo. Del primero he tomado lo macabro, lo oscuro, lo perturbado de la mente humana. Y de Dolores, todo lo relacionado con lo místico, la influencia de lo espiritual en nuestra vida cotidiana. Por ello, el terror que escribo se centra en historias de nuestro día a día con ese toque donde lo sobrenatural lo controla todo y causa verdaderos estragos.
A su vez, me gusta plasmar lo terrorífico y la «supuesta justificación» del porqué de ese horror. Centrarme en quien hace el daño, conocer sus motivaciones, las causas y qué es lo que lo ha llevado a actuar así. No siempre los protagonistas son personas físicas, son entes que actúan a través del tiempo, familias o personas conocidas de los relatos o novelas que escribo.
Tu carrera literaria empieza con “Aguja”, publicado en 2019, una novela sobre los fantasmas del pasado que perturban el presente. ¿Qué puedes contarnos de tu ópera prima?
Realmente no es una novela, es un relato corto de unas 25 páginas. En esa pequeña historia hago una crítica al acoso escolar. El protagonista de ese breve cuento, sufre las consecuencias de un pasado que le persigue, pero claro, ¿le sucede solo a él?
Aguja surgió en una época de inspiración increíble y lo aprovechaba a cada momento. Recuerdo que lo escribí en el anterior centro Outlet que estuve en Madrid y en caja esbocé el comienzo de una persecución. Y en cierto modo, de manera metafórica, nuestro pasado y nuestras acciones nos pisan los talones. Todo lo bueno y lo malo, se termina pagando. Aguja es solo el retrato de nuestros hechos y consecuencias.
En 2021 se publicó “Misterios en el estanque”, una antología de diversos autores de terror (editado por Team Pato). ¿Cómo acabó un relato tuyo en ese libro y cómo fue tu experiencia al respecto?
Fue muy positiva. Tengo especial cariño a la etapa en ese grupo de escritores y gracias a ellos supe que el género en el que me sentía cómoda escribiendo es el terror. La antología Misterios en el estanque es de carácter benéfico. Surgió con la idea de que cada miembro del grupo escribiéramos un cuento de terror y misterio. La experiencia fue muy enriquecedora ya que el ambiente de colaboración y equipo predominó a lo largo del proceso.
Al cabo de dos años, en 2023, publicaste tu segunda novela: “El corazón del carrusel”. Háblanos de esta obra, tanto de su contenido como de su proceso creativo.
El corazón del carrusel me ha cambiado la vida. Eso es lo primero que quiero decir. Por otro lado, esta novellette surgió de un relato corto que escribí cuando estuve en la web de Espiademonios. Recuerdo que cuando lo hice, era consciente de que ese «pequeño cuento» se podía extender a la perfección. Así que cuando Franky, la persona que me corregía los textos antes de que se publicaran en la web, me dijo lo que ya sabía, le hice caso. Es más, él me propuso su título que a día de hoy da nombre a la historia, por lo que le doy las gracias por ello.
La trama surgió sola. La escaleté, aunque la tenía muy, muy clara, pero quería que la historia tuviera coherencia. Hice un árbol genealógico de los miembros de una familia para que cuadraran las fechas de nacimiento y por qué no decirlo también, de sus muertes. La transcribí rápidamente y a su vez hice varios dibujos para añadir a la novellette.
En el año 2024 publicaste lo que es, hasta ahora (abril de 2025) tu último libro: una antología de trece relatos de terror titulada “Tejedora de horrores” (magnífico nombre, por cierto). Cuéntanos acerca de estos relatos. ¿Son independientes o tienen elementos compartidos?
Me alegra mucho que te guste el título de la antología. Muchas gracias. Tejedora de horrores es el resultado de trece relatos de cuando colaboré en la página web de Espiademonios. Esa etapa la recuerdo con un cariño especial, lo único que mi salud mental me jugó verdaderos estragos y tuve que abandonarla. Poco tiempo después esta web cerró y para que mis cuentos no se quedaran en el olvido decidí agruparlos con la venia de Alberto del Prado, el creador de la web, cuyo prólogo forma parte del libro.
Cada relato es independiente, no tienen relación alguna entre ellos, solo que entre todos muestro los diferentes horrores y terrores que una persona puede vivir. El título tiene que ver con la forma en la que me di a conocer en la web antes de ser redactora y es que gracias a Treinta monedas y a Carmen Machí, Tejedora es lo que es a día de hoy.
¿Cómo ves tu evolución como escritora tras una novelette, varias narraciones, una antología de relatos y otros escritos publicados en diversos sitios?
Pues bastante importante. Si leo los relatos que he escrito en el 2019 y los cuentos o las historias que narro ahora, me doy cuenta de que he cambiado mucho. Creo que es importante que eso suceda, ya que a medida que practicas algo, ya sea deporte, cocina, lo que sea, mejoras. Pues esto es igual, si escribes y si tienes a alguien a tu lado que te lee y observe tus puntos débiles, puedes aprovecharlos para enriquecer tus textos y mejorar. De todos modos, no somos perfectos. He terminado de escribir una novela y hace unos días que la he corregido. Tenía fallos, ni muchos, ni pocos, pero sí me he dado cuenta del cambio que he dado y eso es clave para seguir avanzando.
Colaboraste con las webs Espiademonios, Equilibria y La Revolución de los Libros. ¿Qué función crees que cumplen las webs y blogs actualmente en el mundo de la literatura?
Por partes. La Revolución de los Libros es un blog de reseñas que coordiné con mi mejor amigo en el año 2015. Durante ese tiempo reseñé un montón de libros tanto de autores consagrados y también de autores indies. Gracias a eso conocí la autopublicación y el mundo editorial.
Espiademonios fue y será una auténtica suerte. No se me olvidará el día que Alberto del Prado contactó conmigo para que formara parte de su equipo. Unos días antes había narrado un relato de terror que publiqué en Twitter en forma de vídeo y supongo que les gustó tanto, o les atemorizó, que durante un año estuve con ellos escribiendo doce relatos. El resto, lo he contado al hablar de Tejedora y creo que no hace falta repetirlo.
Y finalmente Equilibria ha sido un lujo y un gustazo. Mi paso ha sido breve, pero no por ello menos intenso. He escrito varios artículos relacionados con el mundo del terror tales como La ajorca de oro (una leyenda toledana escrita por Bécquer); el origen de Halloween y literatura relacionada con la noche de ánimas.
Las webs cumplen una función bastante importante de divulgación y cultura. Las considero más accesibles, ya que en esta sociedad digitalizada, todo está más cerca a golpe de clic. Aunque no hay nada más placentero que tener en físico un ejemplar, por ejemplo, del primer número de Equilibria. También es cierto que las páginas webs ayudan a muchos autores a darse a conocer, ya que hay un montón de convocatorias de relatos que permiten a muchas personas poder difundir su arte. De ese modo, no solo se queda en el hecho de publicar «algo» ya sea en físico o en digital. Ayudan mucho a visualizar nuevos talentos.
Escribiste un relato para el juego de rol “Run!”, de la editorial Colmena de Papel. ¿Cómo fue esta experiencia?
Increíble. Y fue gracias al primer relato que publiqué en Espiademonios. Me quedé muy sorprendida cuando la editorial de juegos de rol Colmena de Papel contactó conmigo para hacerme la propuesta. Cuando me contaron qué tenía que hacer, escribí un relato entusiasmada, aunque tuve que hacer un segundo intento porque querían algo más extenso y profundo. Me lo pasé muy bien y fue un aprendizaje muy, muy bonito.
¿Alguna anécdota curiosa sobre tus libros o su proceso de creación?
Sí, tengo una. El origen de El corazón del carrusel. Estaba paseando con mi familia por las calles de La Torre de la Horadada (Alicante) en el verano del 2022. Era de noche y para que mis sobrinos no tuvieran ganas de ir a los coches de choque bordeamos la parte de la feria. Bien. Nos metimos en una calle un tanto oscura y justo en su esquina, una casa tenía un carrusel y un unicornio lo coronaba. ¿Qué demonios hacía un carrusel en esa casa y porqué había un unicornio? No sé si fue por la oscuridad, por lo malrollero de la situación o por qué, que en mi pecho surgió una historia de un horror familiar.
Recuerdo que cuando llegamos a la casa, tuve que ir a la habitación a «vomitar» el esbozo de lo que sería en ese momento el relato del primer carrusel, que más adelante tendría versión extendida je, je.
Háblanos de tu proyecto en desarrollo actual.
En realidad tengo varios, pero me estoy centrando en la corrección de uno de ellos. He hablado poco de él y por ahora me mantengo discreta. No sé hacia dónde me llevará esa historia, pero me haría mucha ilusión que pronto viera la luz. Por otro lado, ando enfrascada en una antología de terror con varios autores de la que espero poder contaros cositas pronto.
¿Qué opinas de la polémica sobre el uso de IAs generativas para las portadas de los libros?
Personalmente como persona creativa, no estoy de acuerdo con el uso de Inteligencias Artificiales para hacer portadas de libros. Hace poco, en la entrevista que me hizo Mónika Feren respondí que jamás sustituiría el trabajo de un ilustrador o ilustradora por una IA. Veo bien un uso responsable de ellas, pero nunca para hacer una portada o escribir una historia con ella. Entonces, ¿dónde queda nuestro trabajo? Yo dibujo, pero si le pido a una Inteligencia que me haga un carrusel, ¿cómo muestro mi talento? ¿O cómo lo demuestra la persona que hizo la portada? No me parece correcto. Además, no deja de ser una forma de engaño, tanto hacia los demás, como a nosotros mismos.
¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre aparte de escribir?
Me gusta mucho leer, meditar y hacer deporte. Me ayuda mucho a desconectar y tener un ratito para descansar.
¿Quieres añadir algo más?
Poco más. Mandar un mensaje de apoyo a todas aquellas personas que se embarcan en la aventura de escribir y publicar una obra. Que crean en su talento y que trabajen en la medida de lo que su día a día les permita. Todo llega, aunque tarde un poquito más de la cuenta.
Gracias por todo, Marc. Un abrazo.
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Comentarios
Un gusto saber más sobre Sandra. Leí Tejedora de horrores y volveré a leer algo suyo. Puede que El corazón del carrusel o lo nuevo que saque. ¡Enhorabuena por la entrevista!